El problema de las drogas

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La Junta Nacional de Drogas, considera que sus acciones constituyen una acción integral de las políticas sociales, y se enmarcan en la estrate­gia política contra la exclusión social, al rescate de los sectores sociales más vulnerables, desplegando todas las herramientas para promocionar una convivencia donde tengan la oportunidad de ser sujetos de derecho, ciudadanos y ciudadanas libres y autónomos, capaces de participar acti­vamente en la vida de esta sociedad.

 as acciones estarán enmarcadas en el respeto de los derechos humanos y las responsabilidades del Estado. Asimismo, es una meta para esta Junta Nacio­nal de Drogas, avanzar en el diseño de dispositivos gubernamentales, no gu bernamentales y comunitarios que ac­túen como redes de apoyo comunitario y lo hagan a mediano y largo plazo. El énfasis estará puesto, particularmen­te, en el plano inmediato de acción, en la prevención y acción, privilegiando el primer nivel de atención.

El problema de las drogas en nuestra poblacion

La información es un recurso indispen­sable para pensar y analizar la realidad, para tomar decisiones saludables, inteligentes y autónomas ante cualquier desafío.

Los riesgos reales proceden de la igno­rancia, no hay elección libre sin un sa­ber adecuado. Es más, un colectivo más informado y mejor formado sobre el consumo de drogas, será capaz de convi­vir en un mundo en el que éstas existen, y podrá reducir el riesgo de establecer relaciones problemáticas de consumo. Sabemos que la información es absoluta mente necesaria, pero no es suficiente.

Partimos de una prevención entendida de la manera más amplia, que pueda in­cluir la mayor parte de las estrategias, aquellas cuyo objetivo es el de evitar el inicio de los consumos y las que traba­jan para reducir los riesgos y daños para la población que ya consume drogas. Concebimos la Prevención como un proceso permanente y continuo, no como una acción puntual, a través de instancias de capacitación y actualiza­ción, desarrolladas en los ámbitos más privilegiados y para la población indica­da: educativo formal, laboral, familiar, comunitario, entre otros. La prevención debe ser un proceso e ir más allá de la información.